sábado, 21 de marzo de 2009

BESOS DE MIEL

BESOS DE MIEL

Llama a mi puerta,
para ti, yo la abriré


Hogaza, copas por vaciar,
residuos de comida,
algunas migas de pan
sobre el mantel floreado,
hablan mucho de las gentes,
del disfrute y de la paz.

Una sencilla comida,
fresca agua para la sed,
y para el hambre del alma
muchos besitos de miel.

Para calmar el espíritu,
yo contigo he de beber,
en la fuente de la vida
para saciar mi querer,
que se esconde en las esquinas,
cuando yo no quiero ver
que los amores más grandes
nadie los debe saber,
si no los enamorados,
que se olvidan de la hiel,
cuando endulzan las tristezas,
con helados de placer.

Mañana pondré otra mesa,
y también otro mantel,
otros licores distintos,
pero la misma avidez
para seguirte queriendo
con nuestros besos de miel.



Leganés, 28 de Septiembre de 2008

MARI CARMEN ESTÉVEZ

jueves, 5 de marzo de 2009

A veces ocurrenlos milagros

A VECES OCURREN LOS MILAGROS




Cundo con versos el alimento necesario
para que la astenia no se apodere
de mis sentidos, que se alborotan
cuando el estómago tiene ansías
de tiempos y cariños.

Pongo miel sobre el pan, intentando que las moscas
posen sus sucias patas en otras rebanadas,
como con avidez otro pan, otra miel,
ésa que suaviza los anocheceres,
cuando cae con mansedumbre,
un otoño más sobre nuestras vidas,
y platean las sienes como hojas caídas,
que ven lejos el árbol del que nacieron.

Y después… ¡ay!... después el invierno.

Tal vez, debería cambiar mi manta de suspiros
y tejer otra más acogedora con plumas de ilusión,
esa que a veces necesito, para cubrir
el frío que agarrota mis sentidos,
cuando cae la nieve de la desesperanza
y miro continuamente el buzón de correo,
esperando encontrar unas palabras
que calienten mi corazón.

Afortunadamente como decía el poeta
“a veces ocurren los milagros”
yo también los siento cuando rozas mi piel,
lees mi pensamiento, me miras a los ojos,
besas mis labios, aunque los sellemos sin palabras,
porque a veces… lo más bello es lo no dicho.

DETRÁS DEL DUERO

Silban en el aíre los recuerdos paternales, en el horizonte portugués el sol se esconde perezoso en un sueño nocturno reparador y necesario. Los chopos bambolean las hojas a ritmo de fado y el Duero acoge ilusiones en húmedos abrazos que entienden de lenguajes compartidos. Los peces escapan de asesinas cañas y los barcos ondean la bandera, en un viaje placentero, donde los enamorados arrullan ilusiones. La luna se eleva majestuosa y las estrellas le hacen coro en una nana nocturna.

brindis

BRINDIS


Las copas de los árboles
se yerguen, majestuosas,
brindando con su savia
-como vasos de vino verde-
¿compartiendo los amigos,
que a veces, perezosos,
acuden al brindis final,
sin oír la ceremonia?
La fiesta pronto comienza,
acuden volando al parque
los tiernos gorriones,
papagayos de colores,
nocturnos murciélagos,
cigüeñas de largos picos,
buitres carroñeros,
gaviotas oceánicas…
Suenan bellas melodías.
Aperitivo sabroso,
esperando el primer plato.
Llega el manjar principal,
pero no sacia bastante.
Pescado desespinado.
Apetecible la carne.
¡Tengo muchísima hambre!
Ahora, por fin el postre.
Café, copa y puro.
Todos ¡llenas sus barrigas!
abandonan el parque,
dejando atrás gusanillos,
que se sacian con las migas.
Allá, en otro lugar,
si no puede ser en éste,
esperarán, impacientes,
poder hincar bien los dientes.




Leganés, 18 de Agosto de 2008
Mª del Carmen Estévez

LAS DOS GOTAS DEL AMOR DIFERENCIADAS.

Imaginemos que el amor, es una gota de agua salada, y el amor en plural, millones de gotas, en realidad sólo existen dos clases de gotas, y las dos, están claramente diferenciadas, a veces el amor está cautivo del azar y ese azar de un futuro diferente a cada gota de amor. Unas gotas perviven toda la trayectoria de un gran río, otras desgraciadamente se evaporan, por el calor reinante en el estío, como si estuvieran condenadas a evaporarse y esto causa el desamor y toda la brutalidad anímica que acompaña a uno de los dos seres que puso toda su esperanza y su existencia en esa frágil gota de agua salada, depositada en el cauce del río de la vida.

El amor es una gota
de agua salada en un río,
que la lleva la corriente
a morir donde ha nacido.
Su duración por exacta
Es la del cauce seguido.

Mas otras, se evaporan,
durando lo que un suspiro,
y quien en verdad lo siente
llorando lo que ha perdido,
le dice, a quién tanto amó:
¡lo tuyo era un capricho
que el ardor del sol lejano,
lo hizo vapor de rocío,
una energía instantánea,
besos, caricias y hastío.

De las dos formas descritas,
poetas escriben libros,
los prosistas sus novelas
y los que como yo sentimos
y expresamos malamente
lo que vemos y vivimos
lo escribimos en romance,
coplas malas o versillos.

¡Hay amores que en verdad,
no se merecen un ripio!